Entradas

objetivos

¿Qué ocurre cuándo los objetivos son sólo un número?

El compromiso de las personas en el establecimiento de objetivos, marca la diferencia entre obtener resultados y trabajar con productividad y eficiencia.

He observado, en diversas ocasiones, a profesionales de diferentes empresas que cuando hablan de trabajar en pro a un objetivo, lo hacen de forma despectiva hacia quien se los ha marcado y se sienten presionados. Hablan de los resultados como el hecho de alcanzar un “número”, una cifra, sin gran apego a ello.

¿Qué está ocurriendo? En muchas ocasiones coincide que se han trasladado los objetivos marcados sin haber debatido sobre ello. Las personas que van a tener que trabajar en pro de esos objetivos, no han participado en fijarlos y tampoco han contribuido, con su experiencia y su conocimiento del área, de la empresa y del mercado.

La situación viene provocada por poner el foco en el resultado cuantitativo y no en las personas que deben contribuir a la consecución. No sólo con sus aptitudes de experiencia y conocimiento, sino también en las actitudes que muestran cuando están motivados y se sienten considerados.

La experiencia demuestra que cuando nos sentimos parte de los objetivos, tomamos compromiso y nos implicamos para que se conviertan en realidad. Ponemos nuestro esfuerzo, ilusión y motivación para alcanzarlos. Para que haya compromiso ha de haber implicación. Está demostrado que si te sientes parte de un proyecto, de una iniciativa, podrás contribuir de forma eficiente.

Por ello, podemos afirmar que a la hora de marcar los objetivos se ha de tener en cuenta además de las tareas a realizar, las personas que van a participar en la consecución y debemos ser conscientes del peso que representan en la obtención de esos resultados. Es clave para potenciar el trabajo en equipo y trabajar de forma colaborativa, sacar lo mejor de las personas de tu área de influencia. Ello contribuirá, además de en una mejora de resultados, en una mejorar de liderazgo.

Es importante poner el foco en el para qué de lo que deseamos hacer (propósito) y no tanto en el qué deseamos obtener (número que deseamos alcanzar).

Para obtener los resultados esperados, y hacerlo de forma eficiente, es importante:

  • Tener claro el contexto, antecedentes y visión
  • Establecer los objetivos de modo colaborativo, inclusivo y no impositivo. Los objetivos se han de plantear teniendo en cuenta a las personas que deberán trabajar para su consecución y que son las expertas del área en cuestión.
  • Mantener conversaciones abiertas generadoras de valor en las que el foco esté en el “para qué” de los objetivos.
  • Compartir la información que dispongas, para una mejor comprensión de los objetivos propuestos. Si las personas no cuentan con esa información, se sentirán desorientados y no contribuirán a su consecución.
  • Dejarse ayudar.
  • Mostrar Interés por la emocionalidad de las personas. Si alguien no sigue el ritmo o no está ofreciendo el desempeño adecuado, no le abandones. Averigua qué está pasando y que necesita para avanzar. No lo interpretes como una pérdida de tiempo.
  • Escuchar y tener mente abierta frente a las opiniones de los demás. Abrir nuevas perspectivas favorece el crecimiento. Haz que las ideas de tus colaboradores sumen.
  • Asegurarse de que el equipo cuenta con los recursos necesarios.
  • Buscar la alineación del equipo. Evitar el trabajo independiente que genere competitividad entre los integrantes del mismo y duplicidad de tareas y desgaste colectivo.
  • Asegurarse de que se invierte el esfuerzo en aquello que tiene un claro impacto en el resultado global. Abandonar aquellas tareas que su impacto en el resultado global no es relevante.
  • Ofrecer reconocimiento al trabajo bien hecho.
  • Celebrar los éxitos.

Con lo anteriormente expuesto, conseguirás que los resultados de empresa se alcancen e incluso se superen de forma eficiente y comprometida, proyectándote como un líder inspirador.

teletrabajo

Los grandes retos de la comunicación digital en la era del teletrabajo

teletrabajo

En la actualidad las distancias no existen. En este momento de confinamiento, de aislamiento, esta afirmación parece ser muy valiente o incluso inconsciente. Me ha llevado a hacerla la observación de cómo están teniendo lugar nuestras conversaciones y relaciones tanto en el entorno personal como en el laboral. La tecnología hoy más que nunca nos ha permitido estar cerca de todas las personas de nuestro entorno. El teletrabajo es un buen ejemplo de ello.

El teletrabajo

Hoy, aunque hablamos de teletrabajo, en muchas ocasiones se trata de un modo de subsistencia. Hay un gran porcentaje de personas que no cuentan con los medios adecuados. La conexión a internet falla, no disponen del espacio e incluso tienen interrupciones mientras trabajan, por las personas con las que conviven. Hemos de aprender a lidiar con todo ello y ser conscientes de la realidad que envuelve a cada una de las personas de nuestros equipos.

Gestión de equipos de manera remota

¿Qué debemos hacer para generar conexión en el nuevo entorno con equipos trabajando en remoto, descentralizados? La nueva realidad nos ha obligado a trabajar de un modo diferente al que estábamos habituados. Debemos preguntarnos cómo ha de ser la fórmula más eficiente para cada empresa e incluso para cada área de la misma

Para mantener la conexión adecuada con las personas de tu equipo, tanto si trabajas en remoto como si lo haces en la oficina, debes asegurarte de que mantienes conversaciones y creas eventos con constancia y rigor.

Para una buena gestión de equipos en el nuevo contexto, hemos de saber mantener un equilibrio entre el uso de medios digitales y las relaciones personales. Con el uso de los diferentes medios tecnológicos (teléfono, conferencias virtuales, mensajes de texto, emails, chats, etc.) es posible que desarrollemos nuestra actividad con un contacto estrecho con las personas con las que colaboramos.

Los recursos están y hemos de aprovecharlos en el momento y la medida justa para hacer que nuestros equipos sientan cercanía, se sientan conectados y apoyados.

Los entornos laborales en este nuevo contexto, bien gestionados, facilitan la conciliación, manteniendo la motivación y eficiencia en el trabajo y potencian la empatía, la humanidad, la flexibilidad.

El objetivo es conseguir que la distancia que existe en esta nueva situación sea la física, la de diferencias horarias y no la de la desconexión personal.

¿Qué es lo que podemos hacer para mantener una conexión eficiente y que nuestras relaciones sean exitosas en el nuevo contexto de teletrabajo?

  • Debemos ser empáticos y aplicar una escucha profunda para comprender lo que sienten las diferentes personas del equipo. Cada persona tiene una realidad única y afronta el cambio, de forma diferente. Hay quien lo afronta con miedo, otros con ansiedad, otros con sufrimiento y hay personas que sin embargo lo afrontan con un espíritu de superación. Los miembros de tu equipo han de sentir que estás con ellos, que no están solos.
  • Muéstrate vulnerable. Comparte con ellos cómo te sientes. Tuve la oportunidad de acompañar al director general de una empresa en la que mantenía reuniones con sus colaboradores. Durante el período de confinamiento hacía regularmente reuniones con todos ellos. Eran reuniones para explicar la situación traumática de la empresa. Él era consciente de que aun teniendo una buena intención, el mensaje estaba generando más estrés entre los asistentes. Después de nuestra charla, decidió hacer algo diferente. En la siguiente reunión compartió como uno más cómo se sentía ante esta situación, mostró su parte más vulnerable frente a la situación, cómo la estaba viviendo. Además dio la oportunidad a cada uno de ellos para que hiciese lo mismo. La energía del grupo, sin obviar la situación de incertidumbre, cambió radicalmente.
  • Para mantener una buena energía en el equipo, es importante mantener una comunicación regular, un contacto frecuente. Envía mensajes que hagan que tu gente se sienta acompañada y apoyada.
  • ¡Reinvéntate! Genera conexión con creatividad. Haz que, también durante el teletrabajo, tus reuniones sean diferentes. Por ejemplo, celebra el éxito de un proyecto o bien la Navidad con todos ellos con un brindis colectivo.

Factores clave a potenciar hoy: Humanidad, claridad, transparencia, aceptar la diversidad, potenciar una comunicación eficiente.