Mujer VIP

Reconoce la líder que hay en ti. Se tu mejor versión

Sea cual sea tu entorno y las circunstancias que te toquen vivir, muestra tu mejor versión. Reconoce la líder que hay en ti.

La ley recoge un plan de igualdad, un conjunto de medidas orientadas a alcanzar la igualdad de trato y de oportunidades en la empresa entre mujeres y hombres y eliminar la discriminación por razón de sexo.

En el entorno empresarial actual, se constata que las cualidades de un liderazgo femenino- un liderazgo empático, inclusivo, que genera conexión y potencia el trabajo en equipo-, es más apreciado

Hombres y mujeres, tenemos cualidades que nos diferencian y empoderan. Es preciso trabajar para mostrarte como eres y demostrar que es lo que te hace única.

¿Qué necesitamos para hacernos visibles y progresar?

Ser una mujer VIP: Visible, con Impacto y Proactiva

Visible – Muéstrate como eres. Muestra aquellas cualidades que te hacen única, con tus valores, capacidad y conocimiento Da el paso aún a riesgo de equivocarte. Deja de lado tu miedo a fallar, aquello que no te va a permitir avanzar.

Actúa con Impacto. Se un modelo a seguir. Actúa con Autenticidad y asertividad. Desarrolla tu capacidad de inspirar e influir en los demás para alcanzar los retos de forma colectiva.

Proactiva – Sal de tu área de confort. Cuando se presenta una oportunidad laboral, da el paso. Observa aquellas cualidades que están en ti que sabes que puedes aportar a la posición. No pongas el foco en todo aquello que te puede alejar de ella. Mira qué es lo que necesitas tu para sentirte plena. Tomar riesgo es necesario para prosperar.

Se consciente de las cualidades que te diferencian y que hacen de tu liderazgo un ejemplo a seguir. Identifica las barreras que no te dejan progresar y lánzate a la acción.

Todo ello te permitirá evolucionar de un liderazgo reactivo, en el que el perfeccionismo y la sobre exigencia te llevan a realizar el trabajo en los más altos estándares de calidad, sin saber decir que no, con miedo a fallar y debiendo entregar todo a tiempo, a un liderazgo creativo, de mujer empoderada, capaz de gestionar una comunicación asertiva y empática, en donde las relaciones con los demás son claves para la eficiencia colectiva. Desarrolla tu capacidad de Influir en las personas con el propósito de lograr objetivos concretos y mejorar el desempeño.

¡Si quieres, puedes!

Las cualidades de un liderazgo integral frente a un futuro incierto

El equilibrio de las competencias de liderazgo entre Tarea y Relación es esencial

En los últimos años se ha observado la necesidad de adecuar el estilo de liderazgo hacia un liderazgo más empático y humano para evolucionar de forma eficiente.

El entorno actual, en el que la incertidumbre y la complejidad son una constante, es preciso cambiar nuestro modo de actuar. Son constantes las vivencias que hacen que la situación y necesidades cambien día a día. Lo hemos visto con la pandemia, con el cambio climático y con la transformación digital. Sabemos que están, vemos la necesidad de actuar y a la vez, es difícil proyectar las acciones que nos van a permitir avanzar. El modo de visionar el futuro es muy cambiante. Ya no vale predecir un futuro diseñando un único camino para alcanzarlo.

Un liderazgo creativo ha de sostener un buen equilibrio entre las competencias asociadas a la tarea y las que están asociadas a la relación que generan conexión (Modelo de liderazgo de Leadership Circle).

Las mentes más racionales tienden a trabajar más desde la lógica, planteando una visión con planificación y análisis. Son perfiles más proactivos, a los que puede resultar más fácil tomar decisiones y avanzar. Los perfiles más orientados a las personas saben generar conexión y dedican más tiempo a construir relaciones empáticas que permiten abordar los temas desde la colaboración y aprovechar el talento de todos los integrantes del equipo para avanzar hacia una visión común. Seguro que si exploramos nuestro estilo propio veremos que tenemos un poco de todo y, a la vez, nos podemos dar cuenta de que nuestra balanza entre el logro y la capacidad de relacionarnos, está descompensada. Hemos de tener en cuenta que la fusión de ambos patrones, llevan a un liderazgo creativo e integrador. Por ello deberemos trabajar en potenciar aquellas cualidades que nos van a permitir ese equilibrio y que nos van a abrir nuevas oportunidades de crecimiento. Si sientes que te dejas llevar por el análisis, mira de compartir reflexiones sobre tus observaciones de forma colaborativa.

La combinación de orientación a los resultados con la orientación a las personas nos permite trabajar con un liderazgo efectivo que hace que los resultados sean sostenibles, en el largo plazo.

Hasta hace pocos años, cuando trabajábamos en las variables para nuestros planes futuros, uno de los factores de peso era lo vivido en el pasado. Hoy, en un entorno tan incierto, predecir el futuro es todavía más retador. Debemos desarrollar la capacidad de plantear diversos escenarios que nos permitan retomar el camino con agilidad cuando las circunstancias proyectadas cambien.

Recuerdo una de mis experiencias empresariales en las que el director general quiso plantear un plan a 10 años. Parecía una locura y quizás lo fuera. Ponerse un reto con un fin en mente, es de gran ayuda si trabajas con una mente abierta y con flexibilidad. Si un camino se trunca, debemos estar preparados con otras ideas que nos permitan emprender por un camino alternativo que nos ayude a alcanzar nuestra visión común. Ser conscientes de nuestra vulnerabilidad y estar preparados para equivocarnos y rectificar. En la experiencia comentada, la proyección a tan largo plazo y construida de forma colaborativa, nos permitió reflexionar sobre escenarios diversos y sortear los obstáculos que iban surgiendo.

¿Qué cualidades necesita nuestro liderazgo para proyectar en un futuro incierto?

Por un lado, aquellas asociadas a un buen desempeño y las que nos acercan a las personas. En definitiva, trabajar de forma colaborativa, con capacidad de planificar, ser proactivos, tomar decisiones en tiempo y forma y, a la vez, mostrar nuestra capacidad de relacionarnos con una mente abierta que nos permita ser creativos, conscientes de nuestra vulnerabilidad y saber abrazar el talento colectivo, sin olvidar desarrollar nuestra empatía para generar relaciones generosas que promuevan la conexión y la colaboración.

¿Estás preparado?

¡Haz que el 2023 sea el viaje de tus sueños!

Emprende un año de éxito

 

Iniciamos un nuevo año y con él, nuevas ilusiones. Cada año en estas fechas, nos planteamos nuevos retos, soñamos con situaciones que deseamos fervientemente que ocurran en el nuevo año. Pensar que nuestros sueños han de convertirse en realidad es algo recurrente que acaba siendo un tópico. No siempre nuestros sueños se ven cumplidos, si bien, en la mayoría de las situaciones el alcanzarlos está en nosotros.

¿Qué hacer para que se conviertan en realidad?

En algún lugar escuché, el éxito no es un evento es un proceso. «Un viaje en el que hemos de descubrir y disfrutar del trayecto hasta llegar al destino deseado».

«El único viaje imposible es el que nunca comienzas» Tony Robbins

Para alcanzar tus retos, para emprender “el viaje de tus sueños” deberás empezar diseñando el camino. Te puede ayudar el pensar en estos pasos:

  1. Define tu sueño, aquello que deseas alcanzar, el destino.
  2. Diseña el camino que deseas seguir.
  3. ¿Cuáles son aquellos lugares de interés que no debes dejar de visitar? Párate y piensa en aquellas pequeñas acciones que te permitirán avanzar.
  4. Revisa con qué recursos cuentas y qué es lo que debes añadir.
  5. Haz frente a los obstáculos que se presentan en el camino y que te hacen cambiar de rumbo.
  6. No dejes que te invada la frustración y busca rutas alternativas que te permitirán alcanzar el destino soñado. Sé curioso y no te des por vencido.
  7. Disfrutar de la experiencia, del día a día y celebra el éxito de haber conseguido lo que deseas.

Con compromiso alcanzarás todo aquello que te propongas

Lo importante es disfrutar del camino. De aquellas pequeñas acciones que te acercan a tu objetivo. No te exijas al inicio alcanzar tu reto sólo empezar. En 2023 tienes la oportunidad de iniciar el viaje dando un paso cada día; 365 pasos que te acercarán a tu sueño.

¡Mis mejores deseos y mucho éxito!

¡FELIZ AÑO!

El Desafío del cambio – Convierte el cambio en una nueva oportunidad

Hace unos días, paseando por la carretera de les Aigües de Barcelona, en las faldas del Tibidabo, me crucé con 2 personas que estaban corriendo. Al pasar por mi lado, recogí de su conversación la siguiente frase: «Los cambios nunca son para mejor» . Lo cierto es que se me heló la sangre. Sin saber más de su conversación, empecé a hacer reflexiones sobre diferentes contextos y vinieron a mi mente un sinfín de pensamientos.

De pronto me vino una pregunta. Si piensas así, ¿te sientes feliz?

A continuación quise pensar que en el entorno actual, en el que los cambios se suceden sin parar, estas personas estaban viviendo una situación de cambio en la que se veían inmersos sin capacidad de reaccionar.

De ahí, mi primera reflexión fue: El cambio puede venir por decisión propia y también puede venir impuesto por las circunstancias. Generalmente, cuando nosotros somos quienes decidimos, es más fácil pensar de forma optimista y buscar los beneficios del cambio.

Sin embargo, cuando el cambio viene impuesto por las circunstancias, es más difícil abrazarlo y ver su cara positiva. Hoy, cada día más, en el entorno complejo que vivimos, como decía Heráclito, lo más permanente es el cambio.

En este contexto cambiante, se dan situaciones que nos pueden hacer aflorar una diversidad de emociones. Cuando estas son negativas, el desgaste de energía puede ser muy elevado y las ganas de avanzar pueden verse afectadas. Lo más normal es que puedan aflorar bloqueos y un sentimiento de negatividad. En ocasiones la situación nos puede invitar a “tirar la toalla”.

“Algunos cambios parecen negativos en la superficie, pero te darás cuenta de que se está creando un espacio en tu vida para que algo nuevo emerja”

Eckhart Tolle

¿Qué hacer para no abandonar?

Miremos el cambio como una nueva oportunidad. Aprendamos a aceptar las circunstancias y explorar que está en mi para vivirlas de otra manera.

Como dice Victor Frankl en su libro el hombre en busca del sentido:

Si no podemos cambiar la situación, siempre tenemos la libertad última de elegir nuestra actitud frente a la misma y elegir como vivirla.

El cambio está en ti, en tus comportamientos, en tus acciones. Lucha por tus intereses y pon el foco en aquello que deseas conseguir.

¿Qué necesito cambiar yo para seguir adelante?

vacances

Vacaciones – Tiempo de desconexión

Alimenta tu creatividad y motivación

Las vacaciones son necesarias para todos. Cada vez es más difícil contar con un largo período de desconexión. Por ello, es especialmente importante asegurarnos de que tomamos nuestro merecido descanso. Aunque parezca inverosímil hay personas a las que no saben tomarse un tiempo de relax.

Antes de irte de vacaciones, asegúrate de que vas a disfrutar de un tiempo de calidad. A priori, a todos nos ilusiona pensar en nuestras vacaciones. Sin embargo, en ocasiones, a medida que se acerca la fecha el sentido de responsabilidad sobre los temas que están en curso y el trabajo que crees que se espera de ti, se convierten en una carga muy pesada y difícil de abandonar.

Cargar pilas es necesario para todos, incluso a los que nos apasiona el trabajo que realizamos.

Para poder disfrutar de unos merecidos días de descanso, es importante saber desconectar. También, saber discernir entre lo que es realmente importante y que además requiere nuestra intervención directa, lo que no es importante y puede resolver el equipo al que previamente hemos capacitado, los temas urgentes que pueden ser resueltos por otras personas de la organización y los no urgentes, que seguro que si los atendemos a nuestro regreso, no va a pasar nada.

Para podernos ir sin sufrir, hemos de romper además una creencia: “contra más horas trabajo, más productivo soy, por ello, no me está permitido desconectar”. Es un hecho demostrado que la productividad en el trabajo no está directamente relacionada con el número de horas que destino en alcanzar el resultado. En ocasiones, cuando sobrepasas tus límites y te sientes abrumado, la eficiencia disminuye.

Las ventajas de desconectar:

  • Tu mente libera espacio y lo alimenta con la creatividad y la posibilidad de innovar.
  • Tu salud mejora. Más horas de descanso y comer con orden y equilibrio repercute en tu salud física y mental.

Plan de acción:

Si te preocupa estar desconectado, haz un plan de acción para que tu ausencia se gestione de forma adecuada y te permita disfrutar.

  1. Explica a tu equipo, a las personas con las que interactúas que te vas de vacaciones y deseas estar desconectado. Pide ser sólo contactado para temas de emergencia. Explicar y compartir con ejemplos el tipo de situaciones a las que te refieres y en los que no hay otra persona que pueda resolver.
  2. Asegúrate que las personas de tu equipo están preparadas y cuentan con los recursos necesarios para que tu ausencia no impacte en la correcta evolución de los temas en curso y los nuevos temas que puedan surgir.
  3. Indica que persona o personas, pueden ser contactadas para seguir con la actividad.
  4. No olvides poner el mensaje de ausente de oficina en tu email. Allí podrás indicar el interlocutor al que deben contactar.
  5. Elimina las notificaciones de correos electrónicos u otras que puedan generarte estrés.
  6. Si con todo lo anterior, no consigues desvincularte del trabajo y sientes que has de estar de algún modo conectado, mira de hacerlo con moderación. Establecer unos días y horas para saber cómo evolucionan los temas en curso.

En ocasiones, viajamos a lugares en los que la conexión no es posible. Si tomas estas medidas, te permitirá disfrutar de la experiencia y vivirla de un modo más relajado.

Los beneficios de una buena planificación de las vacaciones, repercuten en ti y en tu equipo. Para el equipo es una muestra de confianza. Es una muestra de que valoras su capacidad de hacer y resolver.

Se potencia el trabajo en equipo y hace que haya continuidad de la actividad con eficiencia. Los resultados no se ven afectados.

Si consigues desconectar y dedicar el tiempo a descansar, a disfrutar de tus amigos y/o familia, a practicar tus hobbies, tu regreso al trabajo lo harás con creatividad y motivación.

¡Felices vacaciones!

¿Qué define el valor profesional, la actitud o la aptitud?

Hay diversas definiciones sobre estos dos conceptos. Podemos definir la aptitud como el conocimiento y experiencia que contamos para para llevar a cabo una tarea con habilidad y destreza. Es la capacidad de la persona para realizar de forma adecuada una acción.

La actitud, es el comportamiento que la persona adopta para llevarla a cabo. La predisposición que tiene a la hora de afrontar los retos.

Por ello, si entendemos por actitud la forma de comportarnos con nosotros mismos y con los demás y la aptitud el conocimiento y experiencia con que contamos, la respuesta es que necesitamos un equilibrio.

Si somos los mejores en una disciplina en la que pocas personas destacan, cuando se precise un perfil con estas cualidades técnicas y conocimiento, será muy tenido en cuenta. Sin embargo, para cumplir con éxito nuestro cometido, además de que se nos reconozca la capacidad, deberemos adoptar una actitud positiva y constructiva que nos haga capaces incluso frente a situaciones adversas.

¿Qué ocurre cuando nuestra Aptitud no es la mejor y sin embargo contamos con una buena actitud?

En ocasiones no contamos con todo el conocimiento para resolver un tema y es entonces cuando nuestra actitud nos hace diferenciales.

“El comportamiento siempre es mayor que el conocimiento, porque en la vida hay muchas situaciones donde el conocimiento falla, y el comportamiento puede con todo” (Unknown)

Con una actitud adecuada y con esfuerzo, podrás abordar los retos que se presenten frente a ti. Este perfil profesional se define por sus ganas de aprender, por su motivación, por su deseo de mejora y por el compromiso que adquiere frente a los temas de su responsabilidad.

Buscará el camino que le permita adquirir aquellos conocimientos y la experiencia que precisa para desarrollarse con excelencia. Mostrará su vulnerabilidad y se dejará apoyar por aquellos que saben y será curioso para descubrir que necesita incorporar. Conseguirá desarrollar un trabajo colaborativo.

Desde la vulnerabilidad y con actitud, podemos conseguir avanzar con éxito, de forma individual y también colectiva.

“El comportamiento es el espejo en el que cada uno muestra su imagen” (Johann Wolfgang von Goethe)

¿Qué ocurre en la situación inversa? Contamos con un gran conocimiento y no nos mostramos con una actitud adecuada.

En definitiva, ¿qué ocurre cuando tengo mucho conocimiento y no los comparto? ¿y cuándo me muestro arrogante y por encima de los demás? Son algunas de las preguntas que pueden surgir.

La persona con este perfil profesional, que se apoya en su conocimiento y no se preocupa por desarrollar una actitud adecuada, a priori, se sentirá cómoda en la posición. Si tiene ganas de prosperar, se dará cuenta de que si no añade motivación, colaboración y compromiso cuando trabaje hacia sus objetivos, le será difícil alcanzarlos con excelencia.

Mantener el equilibrio entre actitud y aptitud, cuando formas parte de un equipo de trabajo es clave para obtener los mejores resultados.

Para ser realmente eficientes, además del conocimiento, es básico mantener una buena relación con los demás, empatizar y motivar. También ser capaces de mostrar nuestros sentimientos y comprender los de las personas que nos rodean. No mostrar prejuicios. Por ello el peso de la Actitud en la obtención de resultados es imprescindible. Te empodera, te ayuda a potenciar las relaciones generosas y el trabajo en equipo.

El profesional ideal es la persona que es capaz de mantener un equilibrio. En definitiva, es la persona que cuenta con el conocimiento y la experiencia y está motivado frente a los retos que aborda con un gran compromiso.

¿Cómo sientes tu balanza?

La comparación pone límites a tu mejor versión

Cuando te comparas con otros, pones límites a tu desempeño, interrumpes tu camino hacia el éxito.

Nuestro deseo de ser mejores y alcanzar el éxito, nos lleva a mirar a nuestro alrededor y ver cómo lo han hecho otras personas que son un referente para nosotros. La curiosidad y querer aprender de los demás es sano, siempre que lo hagamos desde nuestras ganas de avanzar y con la consciencia de nuestra realidad y circunstancias.

Cada uno tenemos nuestra propia realidad y nuestras propias circunstancias. Cuando eres nuevo en un trabajo, no puedes esperar tener el mismo conocimiento que las personas que han crecido en la empresa. Aun así, si tu deseo es crecer además de aprender de los demás, te puedes parar a observar que es lo que tú puedes aportar. Si tu preocupación está en pensar que otros lo saben hacer mejor que tú, estarás limitando tu capacidad de aportar valor.

Todos somos únicos. Todos tenemos riqueza y cosas que compartir. Todos tenemos nuestros éxitos y desafíos. También todos tenemos nuestra propia vulnerabilidad.

Si quieres ser feliz, no te compares.

Tómate tu tiempo para valorar qué es lo que necesitas para prosperar. Muéstrate como eres y reflexiona sobre aquello que te hace especial y diferente.

Una realidad que estamos viviendo en este mundo cada vez más digitalizado es que potenciamos la comparación. En las redes sociales compartimos todo aquello que nos genera momentos de bienestar y de éxito. En líneas generales, nadie comparte momentos de tristeza o fracaso.

“Puedes pensar que la hierba es más verde al otro lado. Pero si te tomas el tiempo de regar tu propio jardín, harás que sea igual de verde” (Autor desconocido)

Disfruta de cada cosa que haces y dices y no desvíes tu atención a valorar lo que hacen y dicen los demás. Invierte el tiempo en pensar cuál es tu mejor versión y no destines ese tiempo a compararte con los demás. Tu vida y tus circunstancias son únicas.

¿Qué nos lleva a la comparación?

  • Deseo de mejorar nuestras competencias y habilidades para afrontar las situaciones que se presentan ante nosotros. Para hacerlo, sentimos la necesidad de observar cómo lo hacen otros.
  • Nuestro desconocimiento en un área determinada.
  • Deseo de sentirnos mejor con nosotros mismos.

Este último punto nos puede llevar a la “involución”. Cuando nos falta confianza en nosotros mismos, debemos evitar compararnos con otros que están peor para sentirnos mejor (ej. Está peor preparada que yo, habla peor que yo el inglés, sus resultados han sido peores …)

Todos en ocasiones nos sentimos vulnerables. Compartirlo nos hace sentir mejor y nos más fuertes frente a las situaciones. Cuando la comparación la hacemos desde la falta de confianza en nosotros mismos, no nos va a ayudar, sino todo lo contrario. Estamos poniendo límites a nuestro crecimiento.

Debemos identificar aquellas áreas que nos hacen sentir mal y pensar en el estado ideal que deseamos alcanzar. Por ello es importante pararse y pensar que necesidades tienes a la hora de realizar esta comparación. Si lo que necesitas es inspiración sobre cualidades que debes adquirir, siempre toma como referencia algo que para ti sea superior sin que por ello te reste valor. Se trata de ser consciente de lo que necesitas adquirir para ganar valor y avanzar.

Si de verdad quieres superarte día a día, Invierte el tiempo y el esfuerzo en convertirte en tu mejor versión. La única persona con la que deberías compararte es contigo mismo. Pon el foco en ti y comparte tu luz con los demás. ¿Qué te hace diferencial?

Deja de sabotearte comparándote con otros. Lucha por tus logros y tus éxitos buscando tu mejor versión.

objetivos

¿Qué ocurre cuándo los objetivos son sólo un número?

El compromiso de las personas en el establecimiento de objetivos, marca la diferencia entre obtener resultados y trabajar con productividad y eficiencia.

He observado, en diversas ocasiones, a profesionales de diferentes empresas que cuando hablan de trabajar en pro a un objetivo, lo hacen de forma despectiva hacia quien se los ha marcado y se sienten presionados. Hablan de los resultados como el hecho de alcanzar un “número”, una cifra, sin gran apego a ello.

¿Qué está ocurriendo? En muchas ocasiones coincide que se han trasladado los objetivos marcados sin haber debatido sobre ello. Las personas que van a tener que trabajar en pro de esos objetivos, no han participado en fijarlos y tampoco han contribuido, con su experiencia y su conocimiento del área, de la empresa y del mercado.

La situación viene provocada por poner el foco en el resultado cuantitativo y no en las personas que deben contribuir a la consecución. No sólo con sus aptitudes de experiencia y conocimiento, sino también en las actitudes que muestran cuando están motivados y se sienten considerados.

La experiencia demuestra que cuando nos sentimos parte de los objetivos, tomamos compromiso y nos implicamos para que se conviertan en realidad. Ponemos nuestro esfuerzo, ilusión y motivación para alcanzarlos. Para que haya compromiso ha de haber implicación. Está demostrado que si te sientes parte de un proyecto, de una iniciativa, podrás contribuir de forma eficiente.

Por ello, podemos afirmar que a la hora de marcar los objetivos se ha de tener en cuenta además de las tareas a realizar, las personas que van a participar en la consecución y debemos ser conscientes del peso que representan en la obtención de esos resultados. Es clave para potenciar el trabajo en equipo y trabajar de forma colaborativa, sacar lo mejor de las personas de tu área de influencia. Ello contribuirá, además de en una mejora de resultados, en una mejorar de liderazgo.

Es importante poner el foco en el para qué de lo que deseamos hacer (propósito) y no tanto en el qué deseamos obtener (número que deseamos alcanzar).

Para obtener los resultados esperados, y hacerlo de forma eficiente, es importante:

  • Tener claro el contexto, antecedentes y visión
  • Establecer los objetivos de modo colaborativo, inclusivo y no impositivo. Los objetivos se han de plantear teniendo en cuenta a las personas que deberán trabajar para su consecución y que son las expertas del área en cuestión.
  • Mantener conversaciones abiertas generadoras de valor en las que el foco esté en el “para qué” de los objetivos.
  • Compartir la información que dispongas, para una mejor comprensión de los objetivos propuestos. Si las personas no cuentan con esa información, se sentirán desorientados y no contribuirán a su consecución.
  • Dejarse ayudar.
  • Mostrar Interés por la emocionalidad de las personas. Si alguien no sigue el ritmo o no está ofreciendo el desempeño adecuado, no le abandones. Averigua qué está pasando y que necesita para avanzar. No lo interpretes como una pérdida de tiempo.
  • Escuchar y tener mente abierta frente a las opiniones de los demás. Abrir nuevas perspectivas favorece el crecimiento. Haz que las ideas de tus colaboradores sumen.
  • Asegurarse de que el equipo cuenta con los recursos necesarios.
  • Buscar la alineación del equipo. Evitar el trabajo independiente que genere competitividad entre los integrantes del mismo y duplicidad de tareas y desgaste colectivo.
  • Asegurarse de que se invierte el esfuerzo en aquello que tiene un claro impacto en el resultado global. Abandonar aquellas tareas que su impacto en el resultado global no es relevante.
  • Ofrecer reconocimiento al trabajo bien hecho.
  • Celebrar los éxitos.

Con lo anteriormente expuesto, conseguirás que los resultados de empresa se alcancen e incluso se superen de forma eficiente y comprometida, proyectándote como un líder inspirador.

Diversidad, Equidad e Inclusión. Un primer paso hacia la igualdad de oportunidades

Día Internacional de la Mujer y de la Paz internacional

Equidad se refiere a proveer de las mismas oportunidades a todo el mundo y proteger a las personas de la discriminación. Recibir el mismo trato con independencia de sus condiciones sociales, sexo o raza.

Diversidad: Respetar y reconocer las diferencias entre personas y grupos de personas y su modo de pensar.

Inclusión: La experiencia de ser valorado y aceptado en tu entorno de trabajo, en la sociedad y en el mundo.

Hagamos que la Equidad nos lleve al Empowerment, empoderar a las personas cualesquiera que sea su condición. Delegarles el poder y la responsabilidad y capacitarles para evolucionar.

Asimismo, que la aceptación de la Diversidad nos lleve a la toma de Decisión). Partiendo de la creencia de que todos formamos parte y tenemos capacidad de decidir por nosotros mismos. Poder elegir quien quiero ser y cómo quiero vivir.

Y que la inclusión nos abra la puerta a sentir nuestra propia Identidad, a identificar quienes somos. Hacer que tus cualidades personales tengan luz propia. Qué seas valorado y apreciado por quién eres en esencia.

Nos hemos de asegurar de que con la contribución de todos creemos un mundo más humano en el que todos seamos tratados con igualdad y dignidad, en el que sepamos apreciar las diferencias entre las personas y grupos de opinión y que tengamos las mismas oportunidades de progresar sin que el sexo, la raza o la condición social nos limiten.

Cómo cumplir con tus objetivos cuando te sientes desbordado

Al iniciar un nuevo Año, en general, todos lo hacemos con la ilusión por haber proyectado nuevos retos. La realidad demuestra que sólo un porcentaje muy pequeño llegan a cumplirse.

Ponemos tanta ilusión en crear nuestra lista de “intenciones” y deseamos con tanta energía alcanzarlas, que acabamos pasando de la intención a la inacción. Todo por desear ver nuestras acciones ya cumplidas. Nuestra sobre-exigencia, nos lleva a desear que aquello que hemos proyectado para el largo plazo ocurra ya, en un corto plazo.

Querer resolver diferentes actividades al mismo tiempo puede desencadenar en un estado emocional negativo, que nos genera ansiedad, frustración, hace que nos dispersemos y bloqueemos para, finalmente, acabar postergando los temas. Dejar los temas para mañana, nos lleva a la inacción.

En general cuando quieres forzar que las cosas pasen, lo más habitual es que no lo consigas.

De ahí la frase “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy” y a la que sumaría la frase de Pablo Picasso «Solo deja para mañana lo que estás dispuesto a morir sin haber hecho».

Antes de embarcarnos en esta aventura, deberemos aceptar que cualquier tarea por simple que sea requiere de nuestra atención y tiempo para resolverla con éxito.

Para ello, lo primero es ser conscientes de que no sólo se trata de cómo gestionar el tiempo sino de cómo debemos gestionar nuestras emociones.

Las emociones negativas nos paralizan. Debemos parar y pensar con tranquilidad sin querer forzar que nos temas ocurran sin más. La presión que ejercemos en nosotros mismos para alcanzar todo aquello que nos proponemos, nos puede despertar un estado de ansiedad que no nos permitirá trabajar de forma efectiva. Aparecerán nuestros miedos y bloqueos; miedo a fracasar, a no hacer las cosas bien…

Cuando nos paralizarnos, acostumbramos a buscar tareas que son más fáciles de abordar y que no necesariamente nos acercarán a nuestros objetivos. Las emociones negativas promueven la procrastinación.

La evitación puede parecer una solución a corto plazo, pero luego nos sentimos peor con nosotros mismos. En un primer momento, retrasar las tareas para el día siguiente puede generar un estado de bienestar pero a medida que pasa el tiempo se convierte en un círculo vicioso que lo que provoca es un estado de ansiedad que no nos permite ser productivos. Sabemos que retrasar los temas no es la elección adecuada.

¿Cómo podemos superar un estado emocional negativo?

Todos experimentamos emociones todos los días. Cuando estas son negativas frustración, tristeza, ansiedad, pueden hacernos sentir mal. Para poder cambiar nuestro estado emocional deberemos mantener un diálogo interno y preguntarnos si las tareas que nos planteamos las “deseamos hacer” o las «tenemos que hacer«. Para ello nos podemos preguntar ¿Qué hace que esta tarea sea importante para mi?

  • Trabajar en la autoestima. Aceptar y comprender que nos podemos equivocar.
  • Hacer una pausa y reflexionar. Una buena práctica es realizar algún ejercicio que te permitan aumentar la autoconsciencia de lo que está pasando. ¿Qué me hace retrasar los temas? ¿Qué me detiene? ¿qué me dispersa? (un pequeño paseo, una respiración profunda, mirar por la ventana y observar que ocurre fuera, …) Parar y pensar es necesario, pero no te quedes ahí. “Lánzate” Cuando conectas con una sensación de tranquilidad es más fácil avanzar.
  • Tomar conciencia de tus emociones Tratar de comprender nuestras emociones y no evitarlas. Comprender que sentimientos hay detrás de cada emoción.
  • Positivizar las emociones para evitar retrasar la acción. Por ejemplo, pasar de la frustración a la ilusión de emprender un primer paso.
  • Aceptar que para resolver cualquier tema, hay otras perspectivas. Como decía Albert Einstein “Si quieres obtener resultados diferentes no hagas siempre lo mismo”

No te aferres a un único modo de hacer las cosas. Confía y muestra desapego sobre la forma en que generalmente haces las cosas y el resultado que esperas obtener. Con ello conseguirás separar tus deseos de la forma en que queremos que sucedan las cosas.

  • Confiar en el proceso, porque “Cuando cambias la manera de ver las cosas, las cosas que miras cambian” (W. Dyer)
  • Y sobre todo…, ¡ten paciencia! Aumentar la autoconciencia lleva tiempo.

¿Cómo pasar a la acción y evitar la inacción?

Divide las tareas en otras más pequeñas. Abre el libro que nunca empezaste y lee el primer capítulo, contacta con las personas que están implicadas en aquel proyecto que todavía no has iniciado,…

En una charla escuché que el presidente de Saatchi and Saatchi planteó que para poder aportar nuestra contribución personal de forma eficiente a un mundo mejor, hemos de proponer cada uno de nosotros una pequeña acción (DOT- Do One Thing). La suma de pequeñas acciones de todos, permiten alcanzar grandes logros. Si llevamos esta práctica al tema personal, si conseguimos incluir una pequeña acción en nuestro dia a dia algo que nos ilusiona, que nos apasiona, conseguiremos ser felices y afrontar los temas con mayor efectividad.

Piensa en aquellas pequeñas acciones que te van a acercar al objetivo que te planteas, sin forzar la resolución global.

Empieza a explorar desde el desapego y confía.