¿Ir a la oficina o teletrabajar? Beneficios del trabajo presencial

Se ha debatido mucho sobre los beneficios del trabajo en remoto y hemos dedicado mucho esfuerzo a trabajar de forma productiva desde nuestros hogares.

Con este artículo quiero expresar mi curiosidad sobre la necesidad o no de buscar el balance entre el trabajo en remoto y el trabajo en la oficina.

Somos conscientes de que el teletrabajo en época de pandemia ha sido una gran solución para nuestros negocios y se ha demostrado que podíamos dar continuidad a nuestra actividad profesional con una cierta normalidad a pesar de las circunstancias.

Después de la experiencia vivida, vemos que muchas personas tienen hoy un deseo expreso de continuar en teletrabajo. Sienten que han podido conciliar mejor, han tenido la oportunidad de flexibilizar sus horarios para responder a otras responsabilidades personales, a la vez que consideran que su productividad se ha visto asimismo beneficiada. Por ello desean seguir trabajando en remoto y muestran cierta resistencia a regresar a la oficina.

En el Post del 27 de abril “Regreso a la oficina. El día después” hablaba de los beneficios del teletrabajo (Flexibilidad, conciliación, …). También de cómo la videoconferencia nos ha ayudado a generar conexión y a comunicarnos y recogía un resumen de aprendizajes de una nueva forma de trabajar.

Pero… ¿Comporta el teletrabajo la máxima eficiencia?

Seguro que podemos observar diferentes perspectivas. Trataré de ofrecer una mirada global.

En muchas posiciones, el regreso a la oficina, aunque sea en modo parcial, puede ser muy beneficioso. Puede aportar una serie de ventajas que sólo se consiguen o se ven potenciadas cuando las personas conviven en un mismo espacio físico:

  • Se pone el foco en el 100% en el trabajo.
  • La colaboración con los colegas de trabajo es más estrecha. Si estás en el mismo lugar de trabajo es más fácil y ágil coincidir para debatir ciertos temas que se podrían ver dilatados en el tiempo por no encontrar a nuestros interlocutores cuando precisamos.
  • La creatividad se ve favorecida. Se potencian los encuentros improvisados que facilitan compartir ideas de forma distendida.
  • La sociabilización y la conexión. Los encuentros en torno a la máquina del café, las comidas de trabajo improvisadas, las celebraciones de cumpleaños, nacimientos… Como hemos relatado en ocasiones el teletrabajo hace que tengas un sentimiento de soledad que te puede llegar a abrumar. Si estás trabajando en remoto la posibilidad de engrasar la relación de crear una red de trabajo sólida, es más difícil. En la oficina te sientes conectado a tus compañeros de trabajo, contribuyendo así a tu salud mental y emocional.
  • El contacto frecuente entre compañeros facilita la alineación y la cohesión hacia un propósito común y eleva la motivación.

Después de todo lo expuesto, hay situaciones que invitan a pensar que debemos buscar el equilibrio entre el teletrabajo y el trabajo en la oficina.

Por ejemplo, una persona que se incorpora a la empresa ocupando una nueva posición durante el período de pandemia. Tomo como ejemplo a mi hija que se incorporó a su primer trabajo post carrera al inicio de la pandemia. A los pocos días de empezar, le hicieron teletrabajar. Todavía no conocía ni compañeros ni cultura de empresa. Aún así, ha subsistido en su experiencia e incluso ha sido promocionada. Sus mayores retos han sido avanzar sin contar con personas que le diesen el apoyo y el conocimiento cuando los necesitaba.

El miedo a que falles o fallar, es mayor. En ocasiones se busca la seguridad del buen desempeño delegando tareas poco creativas y rutinarias.

Cuando te sientes bloqueado en la oficina te sientes más acompañado pudiendo compartir tus preocupaciones y recibir otros puntos de vista.

Los que llevamos años en el entorno empresarial, sabemos la importancia que tienen los planes de inducción y lo difícil que resulta para algunas personas destinar tiempo para formar y traspasar temas a otros colegas.

En la oficina tienes la oportunidad de respirar la cultura de la empresa, conocer y conectar con mayor inmediatez y facilidad con otras personas. Te sientes parte del entorno y del proyecto. En remoto, por supuesto, puedes generar conexión y avanzar, pero el grado de conexión es menor y la inmediatez no acostumbra a estar presente.

Hoy ya muchas empresas se están planteando buscar un equilibrio para determinadas posiciones entre teletrabajo y trabajo presencial. Vale la pena pensar de forma pragmática que aportaciones tendrás a nivel personal y que repercusiones tendrá para la empresa.

¿Cuál es el mejor equilibrio para ti y para la eficiencia colectiva?

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