El impacto del perfeccionismo en nuestro liderazgo
El perfeccionismo acompaña a muchas personas a lo largo de sus vidas, consiguiendo que se sientan desbordados por un exceso de actividad.
La persona perfeccionista necesita trabajar por y para la excelencia, con independencia de cuál sea el tema. Sea un gran proyecto o una pequeña tarea, siempre espera obtener el mejor resultado. La creencia de un perfeccionista es que su valía depende de un desempeño excelente.
¿Cómo vive la nueva realidad un perfeccionista?
El momento actual en el que los temas se suceden a gran velocidad, la inmediatez es esencial, la virtualidad ha provocado un incremento en el número de reuniones a las que asistir, los mails nos desbordan, el chat nos invade, y nadie tiene paciencia, provoca en este tipo de personas una sensación de burnout, estrés y ansiedad. Esta situación no le permite cumplir con el alto nivel de desempeño y excelencia que desean.
Su resultado ha de ser siempre de 10. Siempre ha de estar informado de todo para que nada se le escape. El nivel de control que necesita tener un perfeccionista es del 100%. Por ello, su nivel de estrés, (generado por él mismo) es muy elevado.
Se muestra ante los demás como una persona serena que puede con la situación sin perder la calma. Si bien, realmente no es así.
¿Cuáles son sus verdaderos sentimientos?:
- Culpa. Sentimiento de que podría haber hecho más.
- Frustración. Si no alcanza la excelencia deseada.
- Inseguridad, insatisfacción: Si no hace el 100% no se considera suficientemente válido. Se compara constantemente con los demás.
- Estrés. Se exige demasiado. Ejerces una presión extrema sobre si mismo. No se permite dejar de hacer ni un solo detalle.
Como amante del trabajo bien hecho y la necesidad de control, decide hacer todo por sí mismo. Le da seguridad. Se le hace difícil delegar y acaba siendo muy resolutivo.
¿Qué mueve a un perfeccionista?
- El Miedo al fracaso. NO acepta fallar. Las expectativas son tan altas que nunca siente que deba celebrar los éxitos. De hecho, su autoexigencia no le permite reconocer el buen desempeño. Ha de tener la seguridad de que da la talla ante los demás.
- Miedo a decir que NO. Acepta cada tarea que se le encomienda.
- Miedo a ser rechazado. A que le digan que no.
- Miedo a sentir emoción. No puede permitirse venirse abajo. Se ha de mostrar seguro y firme ante sus retos.
Todo ello tiene un impacto negativo en la productividad y en la calidad de las relaciones.
¿Cómo hacer que ese perfeccionismo ofrezca resultados eficientes a largo plazo?
Ser consciente de las cualidades que ya tiene y aprovecharlas:
- Orientación a una mejora continua
- Compromiso
- Persistencia
- Motivación
- Responsabilidad
- Orientación a resultados
- Integridad
Son semillas hacia un liderazgo visionario. Semillas que se tendrán que abonar para que los resultados obtenidos pasen a ser sostenibles en el tiempo y con una mirada a largo plazo.
Una prioridad del perfeccionista; Pedir ayuda, Confiar y no perderse en los detalles.
En ocasiones, el hecho de pedir ayuda es visto por un perfeccionista como un signo de debilidad, le hace sentir que no es la persona adecuada, o que le falta experiencia, no quiere que vean que no tiene respuestas. La persona perfeccionista le gusta mostrar que tiene el control y que puede hacerlo todo.
Sin embargo, visto de modo general, pedir ayuda es simplemente reconocer que eres humano y que en momentos puntuales necesitas pedir apoyo.
¿Qué impacto tiene el perfeccionismo en el Liderazgo?
Los grandes líderes entienden que querer hacerlo todo con un alto nivel de exigencia, no les va a permitir gestionar el tiempo de forma adecuada, ni adecuar su energía y capacidades para realizar los temas con efectividad y ofrecer un buen desempeño a largo plazo de forma colaborativa.
Pedir ayuda potencia la co-responsabilidad. El buen líder no siempre tiene respuestas a todo pero sabe dónde encontrarlas. El líder visionario crea espacios de confianza. Confiar, te permite dar con las personas adecuadas para realizar las diferentes tareas. Ello contribuye a la motivación de los colaboradores por haber sido tenidos en cuenta y haber confiado en sus capacidades. Se debe saber dar un paso atrás para que los demás aprendan y crezcan.
Es preciso desprenderse de temas prescindibles y de aquellos que otros son capaces de hacer, para poner foco en la estrategia y en cultivar las relaciones, mostrando respeto y reconocimiento al trabajo realizado por los demás.
Si te sientes identificado con lo relatado, ¿Qué sientes que puedes cambiar?
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