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Delegar: habilidad clave del líder eficiente

La delegación es una de las habilidades más importantes en el desarrollo de nuestro liderazgo creativo. El buen líder no siempre tiene respuestas para todo, pero sabe dónde encontrarlas. Encuentra las respuestas abriendo un espacio de confianza y empoderando a su equipo para tomar responsabilidad y las mejores decisiones en proyectos de su área de influencia sin necesidad de intervenir.

Por un lado, al delegar, aligeras la carga de tareas y por otro potencias el desarrollo de los colaboradores, dotándoles de nuevas habilidades y contribuyendo a ampliar sus conocimientos. Dicho así parece sencillo y sin embargo no es tan evidente.

¿Qué barreras se interponen en la delegación?

  • El Ego – Sentimiento de que tu valía personal pueda ser cuestionada. Tu valía depende de un desempeño excelente. “Si lo hago yo, me aseguro de que salga bien”.  Esta actitud nos llevará a un sentimiento de estrés y ansiedad generado por diversos miedos: miedo a que tu imagen de experto se vea dañada, miedo a fallar, miedo a no sentirte necesario.
  • La Autoridad – Basada en la creencia de que el jefe ha de tener respuesta para todo. Por ello surgen los miedos a la pérdida del control y de perspectiva.
  • La Confianza – Falta de confianza en el equipo. Creer que tu equipo no cuenta con las competencias necesarias para llevar a cabo la tarea.
  • El tiempo – Pensar que costará demasiado tiempo explicarlo y poco en hacerlo.
  • Garantizar el nivel de desempeño – Asociada al miedo a que el trabajo no salga bien.

Si sabemos vencer estas barreras, podremos disfrutar de los Beneficios de la delegación.

Beneficios que nos aporta:

  • Trabajo en equipo y colaboración que llevan a potenciar la co-responsabilidad y nos permiten crecer juntos.
  • Desarrollo profesional de las personas de tu equipo. Capacitarles para su crecimiento en la empresa. Con ello conseguirás que tus colaboradores se sientan considerados, útiles y capaces y en consecuencia, al sentirse reconocidos tendrán…
  • Mayor motivación y mayor compromiso de los colaboradores.
  • Disponer de tiempo para poner el foco en la visión y estrategia de la empresa.
  • Mayor productividad

Para alcanzarlos, es preciso actuar de forma auténtica. Pedir ayuda cuando la precisemos a riesgo de mostrarnos vulnerables. Para ello, deberemos identificar qué persona está capacitada para qué tarea y así llevarla a cabo con éxito.

¿Qué necesitas para delegar de forma adecuada?

  • Autoconfianza – Las personas con autoconfianza saben pedir ayuda a otros. Se muestran vulnerables y humanas. Entienden que querer hacerlo todo, no les va a permite gestionar los temas con efectividad en los tiempos que se precisa. Evitan así sentirse estresadas o superadas.
  • Confiar: Si confías en las personas de tu entorno y les asignas tareas, contribuirás a su motivación y compromiso por haber sido tomado en cuenta y haber confiado en sus capacidades. Es una muestra de respeto y reconocimiento.

Cuando las circunstancias nos superan y vienen los bloqueos

En la vida nos ha tocado vivir momentos que nos han sobrepasado. Situaciones a las que no hemos sabido encontrarles una explicación y que nos han llevado a dar demasiadas vueltas a un mismo tema. Esto nos ha podido generar un estado de ansiedad, de frustración, e incluso ha podido impactar en nuestra autoestima. Nuestra mente se ha visto envuelta en pensamientos recurrentes que han ido aumentando de tono y abrumándonos en sobre manera.

En especial, las personas perfeccionistas, con un alto grado de autoexigencia y amantes del control, así como las personas competitivas, viven especialmente mal las situaciones de incompetencia. No tener solución, ni respuesta a la situación vivida les genera un alto nivel de ansiedad.

Reflexionar sobre los temas en cierta medida puede resultar necesario y positivo. Hacerlo con exageración y permitir que un mismo tema invada tu mente, te puede llevar a una sensación de ansiedad difícil de superar.

La reflexión ayuda a explorar nuevas perspectivas pero no a cambiar las circunstancias.

Cuando piensas demasiado sobre una situación vivida que no has podido resolver conforme a tus deseos, vienen los bloqueos. Dejamos que un pequeño problema se convierta en el gran protagonista de nuestros pensamientos. Se crean en tu mente un montón de escenarios, que a partir de un simple pensamiento te hacen entrar en bucle y te llevan a experimentar un sinfín de emociones negativas.

Ante estas situaciones, hay una clara tendencia a recurrir al pasado “si hubiese hecho …””si hubiese dicho…”  y te olvidas de que lo que fue, fue y de que has de vivir el presente y las circunstancias que se te presentan.

La psicología habla de que la ansiedad de pensar en el futuro te provoca estrés y la frustración de pensar en lo que pudo ser en el pasado, te genera depresión. En definitiva, te sientes atrapado. Todo ello te impide la toma de decisiones.

Cuando te invaden pensamientos negativos, te sentirás agotado, sobrepasado e infeliz. Por ello es clave hacer que tu mente se active con pensamientos positivos. Alimentarla de aquellas circunstancias del día a día que son positivas para ti. Por ejemplo, formar parte de una familia, el proyecto profesional que estás llevando a cabo, tu conexión con la naturaleza…

Para avanzar es muy importante generar consciencia y comprender que el pasado no lo puedes cambiar y empezar a pensar qué oportunidades y nuevas formas de hacer se abren ante ti con la nueva situación.

Existen técnicas para aprender a parar como son la meditación y técnicas de relajación. También te puede ayudar a liberar tu mente de las preocupaciones y pensamientos que te mantienen bloqueado, escribirlos, ya sea en papel o en el ordenador. Mientras escribas, detalla al máximo tus pensamientos y las emociones que te están generando. Verás que es una buena opción para tomar distancia con el estrés que la situación te genera.

Para finalizar, me gusta apuntar que las cosas, en líneas generales, acostumbran a ser mucho más sencillas de lo que imaginamos.