GRACIAS 2021 y Bienvenido 2022

Cuando se acerca el final de año, se acerca el momento de decidir que deseamos para el que iniciamos. Generalmente hacemos balance de lo vivido en el presente y nos planteamos nuevos retos.

Antes de dejar este año en el que todos hemos vivido circunstancias especiales, me gustaría abrir una reflexión. Para los que hayáis vivido experiencias difíciles de afrontar, la pregunta que os quiero plantear os parecerá un sin sentido ¿Qué he de agradecer al año 2021? Nos daremos cuenta de que hasta las situaciones más tristes, más retadoras, más confusas y en general aquellas situaciones que nos han provocado una mayor incertidumbre, nos ofrecen motivos para “dar gracias”.

Si deseamos afrontar el próximo año con creatividad, agradecer, reconocer y celebrar, serán la clave para que lo hagamos con positividad.

¿A qué das gracias y que recoges para llevar al nuevo año 2022 y afrontarlo con creatividad?

Quien más o quien menos, todos hemos proyectado un futuro que a priori nos parecía alcanzable. Futuro basado en acciones que sabemos que podemos controlar. Sin embargo, en el entorno actual de incertidumbre, las barreras que se nos presentan no parecen fáciles de superar. Nuestros caminos se pueden ver truncados y esto nos hará sentir mal. Aparecen nuestros miedos, nuestras dudas «¿seré capaz?”. Retomar el camino a la positividad, no es tarea fácil. Nuestro cerebro tiene tendencia a ver lo negativo. Si nos dejamos llevar por este sentimiento, seguro que nos costará. La buena noticia es que es posible cambiar la forma de pensar y además, en gran medida, depende de nosotros mismos. La fórmula para conseguirlo, es parar un momento y pensar en aquellas cosas que SI tenemos y debemos agradecer. Con ello, dejaremos de poner foco en aquello que no tenemos, que no hemos podido hacer por las circunstancias y conectaremos con aquellos momentos que nos han hecho ser felices.

Las cosas las hemos de aprender a valorar por la huella que dejan en nosotros y no por su magnitud.  Para muchos, una simple sonrisa de una persona querida en un momento difícil, puede ser de gran valor.

¿Cuántas cosas pasan en un día a las que le podemos dar las gracias? Si nos detenemos a pensar la lista es interminable.

Piensa en aquellas situaciones que has vivido con intensidad en el año 2021 y las acciones que has emprendido para superarlas con éxito. Recoge esos frutos para abonar el camino en el nuevo año y explorar aquello que te gustará que se mantenga presente. Debemos mirar al 2022 con ilusión y utilizar esas semillas para progresar.

Una forma sencilla de hacerlo es identificar aquellos hitos o situaciones a los que dar gracias.

Tómate tu tiempo, elige un espacio tranquilo que te permita pensar y afronta aquella situación que has vivido con un cierto estrés o dificultad. Por ejemplo, la incertidumbre de mantener el puesto de trabajo. Esto te puede ayudar a conectar con aquellas fortalezas que tienes, pensar en nuevas oportunidades, recibir nuevos aprendizajes, adquirir nuevas experiencias, conectar con nuevos compañeros. A nivel más personal, la enfermedad o pérdida de un ser querido te puede haber permitido revivir situaciones de felicidad juntos.

Ante momentos difíciles hemos de saber apreciar y dar gracias a aquellas pequeñas cosas que conectan con nuestro propósito.

  • Agradecer eleva la motivación, nos ofrece un sentimiento de positividad y nos abre la puerta al mundo de lo posible.
  • Las personas agradecidas se muestran más optimistas.
  • La gratitud se relaciona con un estado de satisfacción y positividad.
  • El agradecimiento genera reciprocidad y fortalece las relaciones.
  • Dar gracias es saludable, aumenta el bienestar.
  • Genera un Sentimiento de felicidad que contribuye en la felicidad de los demás.

Si quieres mejorar tus relaciones, puedes hacerlo pensando en aquellas situaciones en las que te has sentido agradecido por algo o por el apoyo de alguien. Trata de generar consciencia de quién o quienes estaban ahí y que hechos hicieron que te sintieras así.

Si no expresaste tu agradecimiento en el momento, nunca es tarde. Envía un mensaje a la persona que te dio su apoyo.

Desde esta nueva energía, aprovecha a darte un pequeño homenaje, un reconocimiento a título personal por tus logros. Seguro que los has tenido y también un reconocimiento a las personas de tu entorno que te han ayudado.

Celebra el cierre del año y la apertura del nuevo año que te trae nuevas oportunidades y nuevos retos que podrás afrontar con los nuevos aprendizajes y esa nueva energía.

Te invito a realizar la lista de cosas que han aportado un “granito de arena” estos años de pandemia y a visionar “tu playa” en el nuevo año 2022

delegar

Delegar: habilidad clave del líder eficiente

La delegación es una de las habilidades más importantes en el desarrollo de nuestro liderazgo creativo. El buen líder no siempre tiene respuestas para todo, pero sabe dónde encontrarlas. Encuentra las respuestas abriendo un espacio de confianza y empoderando a su equipo para tomar responsabilidad y las mejores decisiones en proyectos de su área de influencia sin necesidad de intervenir.

Por un lado, al delegar, aligeras la carga de tareas y por otro potencias el desarrollo de los colaboradores, dotándoles de nuevas habilidades y contribuyendo a ampliar sus conocimientos. Dicho así parece sencillo y sin embargo no es tan evidente.

¿Qué barreras se interponen en la delegación?

  • El Ego – Sentimiento de que tu valía personal pueda ser cuestionada. Tu valía depende de un desempeño excelente. “Si lo hago yo, me aseguro de que salga bien”.  Esta actitud nos llevará a un sentimiento de estrés y ansiedad generado por diversos miedos: miedo a que tu imagen de experto se vea dañada, miedo a fallar, miedo a no sentirte necesario.
  • La Autoridad – Basada en la creencia de que el jefe ha de tener respuesta para todo. Por ello surgen los miedos a la pérdida del control y de perspectiva.
  • La Confianza – Falta de confianza en el equipo. Creer que tu equipo no cuenta con las competencias necesarias para llevar a cabo la tarea.
  • El tiempo – Pensar que costará demasiado tiempo explicarlo y poco en hacerlo.
  • Garantizar el nivel de desempeño – Asociada al miedo a que el trabajo no salga bien.

Si sabemos vencer estas barreras, podremos disfrutar de los Beneficios de la delegación.

Beneficios que nos aporta:

  • Trabajo en equipo y colaboración que llevan a potenciar la co-responsabilidad y nos permiten crecer juntos.
  • Desarrollo profesional de las personas de tu equipo. Capacitarles para su crecimiento en la empresa. Con ello conseguirás que tus colaboradores se sientan considerados, útiles y capaces y en consecuencia, al sentirse reconocidos tendrán…
  • Mayor motivación y mayor compromiso de los colaboradores.
  • Disponer de tiempo para poner el foco en la visión y estrategia de la empresa.
  • Mayor productividad

Para alcanzarlos, es preciso actuar de forma auténtica. Pedir ayuda cuando la precisemos a riesgo de mostrarnos vulnerables. Para ello, deberemos identificar qué persona está capacitada para qué tarea y así llevarla a cabo con éxito.

¿Qué necesitas para delegar de forma adecuada?

  • Autoconfianza – Las personas con autoconfianza saben pedir ayuda a otros. Se muestran vulnerables y humanas. Entienden que querer hacerlo todo, no les va a permite gestionar los temas con efectividad en los tiempos que se precisa. Evitan así sentirse estresadas o superadas.
  • Confiar: Si confías en las personas de tu entorno y les asignas tareas, contribuirás a su motivación y compromiso por haber sido tomado en cuenta y haber confiado en sus capacidades. Es una muestra de respeto y reconocimiento.

Cuando las circunstancias nos superan y vienen los bloqueos

En la vida nos ha tocado vivir momentos que nos han sobrepasado. Situaciones a las que no hemos sabido encontrarles una explicación y que nos han llevado a dar demasiadas vueltas a un mismo tema. Esto nos ha podido generar un estado de ansiedad, de frustración, e incluso ha podido impactar en nuestra autoestima. Nuestra mente se ha visto envuelta en pensamientos recurrentes que han ido aumentando de tono y abrumándonos en sobre manera.

En especial, las personas perfeccionistas, con un alto grado de autoexigencia y amantes del control, así como las personas competitivas, viven especialmente mal las situaciones de incompetencia. No tener solución, ni respuesta a la situación vivida les genera un alto nivel de ansiedad.

Reflexionar sobre los temas en cierta medida puede resultar necesario y positivo. Hacerlo con exageración y permitir que un mismo tema invada tu mente, te puede llevar a una sensación de ansiedad difícil de superar.

La reflexión ayuda a explorar nuevas perspectivas pero no a cambiar las circunstancias.

Cuando piensas demasiado sobre una situación vivida que no has podido resolver conforme a tus deseos, vienen los bloqueos. Dejamos que un pequeño problema se convierta en el gran protagonista de nuestros pensamientos. Se crean en tu mente un montón de escenarios, que a partir de un simple pensamiento te hacen entrar en bucle y te llevan a experimentar un sinfín de emociones negativas.

Ante estas situaciones, hay una clara tendencia a recurrir al pasado “si hubiese hecho …””si hubiese dicho…”  y te olvidas de que lo que fue, fue y de que has de vivir el presente y las circunstancias que se te presentan.

La psicología habla de que la ansiedad de pensar en el futuro te provoca estrés y la frustración de pensar en lo que pudo ser en el pasado, te genera depresión. En definitiva, te sientes atrapado. Todo ello te impide la toma de decisiones.

Cuando te invaden pensamientos negativos, te sentirás agotado, sobrepasado e infeliz. Por ello es clave hacer que tu mente se active con pensamientos positivos. Alimentarla de aquellas circunstancias del día a día que son positivas para ti. Por ejemplo, formar parte de una familia, el proyecto profesional que estás llevando a cabo, tu conexión con la naturaleza…

Para avanzar es muy importante generar consciencia y comprender que el pasado no lo puedes cambiar y empezar a pensar qué oportunidades y nuevas formas de hacer se abren ante ti con la nueva situación.

Existen técnicas para aprender a parar como son la meditación y técnicas de relajación. También te puede ayudar a liberar tu mente de las preocupaciones y pensamientos que te mantienen bloqueado, escribirlos, ya sea en papel o en el ordenador. Mientras escribas, detalla al máximo tus pensamientos y las emociones que te están generando. Verás que es una buena opción para tomar distancia con el estrés que la situación te genera.

Para finalizar, me gusta apuntar que las cosas, en líneas generales, acostumbran a ser mucho más sencillas de lo que imaginamos.

Abandona tu complacencia y lidera con autenticidad

Complacer a las personas hace más difícil ejercer un liderazgo eficiente. Si eres una persona complaciente tu deseo es hacer feliz a todo el mundo aun sabiendo que no es posible. Cuando lo que te preocupa es lo que piensan los demás y no expresas tus opiniones con transparencia y de forma directa, se hace difícil decir “no” o incluso rechazar una propuesta que no tiene una clara aportación de valor para ti.

La persona con un alto grado de complacencia, generalmente, se muestran sumisas para así ganarse la aprobación de los demás.

El líder complaciente evita expresar sus opiniones y actúa con prudencia para no entrar en conflicto o recaer en la crítica y así ganarse la confianza de los demás. Adopta una actitud que no le permite expresarse con autenticidad. En ocasiones, evita actuar por miedo a fracasar.

Para crecer como líder y mostrarte íntegro e inspirador es preciso actuar conforme a tus deseos y no actuar únicamente conforme a lo que los demás desean.

La persona complaciente acostumbra a necesitar la aprobación de otros antes de actuar. Habla vigilando sus palabras para no herir con ellas a las personas de su entorno.

La consecuencia de un alto grado de complacencia impacta directamente en la toma de decisiones y en consecuencia en los resultados a alcanzar. También dificulta el poder cumplir con todos tus compromisos.

Para elevar tu excelencia en el liderazgo, es importante que te pares a pensar qué estás dispuesto a aceptar ante la situación y darte permiso para formular tu decisión.

Cuando practicas tu liderazgo tienes que mostrarte firme y abrirte con transparencia. Ante situaciones difíciles y cuando se requiera una decisión rápida y eficiente, todas las miradas se dirigirán a ti.

Cuando tomes decisiones siempre habrá alguien que no se sienta incluido o no valore tu opinión. Querer hacer felices a todos puede hacer que tu decisión se demore e incluso se convierta en un tema sin resolver.

El comportamiento complaciente también tiene unas cualidades, unos valores que pueden ayudar de forma positiva en un liderazgo eficiente: la responsabilidad y el saber atender y responder a las necesidades de los demás, ser accesible y servicial, y tener la capacidad de medir el estado emocional de las personas de tu entorno.

Los miedos a no caer bien, a ser rechazado, a fallar y al conflicto, impiden al líder complaciente a desarrollar las competencias del líder creativo como la consecución de resultados con visión y la autenticidad.

Algunas claves que pueden ser útiles para salir de la complacencia y potenciar el liderazgo creativo:

  • Ante la toma de una decisión, separa el tema de las personas. Pon el foco en lo que se está debatiendo, más que en quién hace la aportación.
  • Sé directo al exponer tus ideas. Muéstrate firme sin dejar de mostrarte amable y empático
  • Practica la asertividad: antepón tus pensamientos antes de decir que SI.
  • Emplaza el tema para una reunión o encuentro posterior. Este tiempo de reflexión te ayudará a ofrecer una mejor respuesta en lugar de dar la respuesta que otros desean escuchar.
  • Muéstrate como eres. Muestra tu autenticidad, tu integridad y también tu vulnerabilidad.
  • Agradece las aportaciones de los demás y siente la libertad de expresar las tuyas propias.

Cuando trabajas para cumplir con las expectativas de los demás, pierdes el foco en alcanzar tu propio propósito. Esto hace que se dificulte la consecución de resultados con una mirada a largo plazo y con visión estratégica.

Bajo tu perspectiva, ¿cuáles son los riesgos de dejar de complacer y cuáles son las oportunidades?

autoconfianza

Cultiva la autoconfianza

Se ha escrito mucho sobre la autoconfianza. Si nos quedamos en la definición básica de lo que significa, hablaremos de que es confiar en uno mismo. Si nos paramos a pensar sobre lo que supone confiar en uno mismo nos llevará a una reflexión más profunda. La autoconfianza es la base para mostrarnos como realmente somos y no como quién “creemos” que somos. Por ello, para elevar la confianza, lo primero que hemos de hacer es creer en nosotros mismos. “Sé quien realmente eres y no quien crees que eres”.

En épocas de crisis como la que estamos atravesando, es más habitual que nuestro ego se vea dañado y nos exijamos más. Cuando nos sentimos abrumados por la situación, aparecen las inseguridades, los miedos… ¿Qué ocurre cuando te sientes inseguro?

La falta de autoconfianza hace que no nos sintamos orgullosos de nuestras acciones ni de nosotros mismos. Nos surgen los miedos, bloqueos. Miedo al qué dirán, miedo a fallar, miedo a no pertenecer, miedo a ser vulnerable. Es como si no nos mereciésemos tener éxito, ni ser reconocidos por el trabajo que realizamos.

¡Qué fácil es decir lo que debemos hacer para confiar y qué difícil llevarlo a la práctica!

Aún así voy a compartir con vosotros algunas claves para elevar la confianza en nosotros mismos.

  • Céntrate en ti mismo. Deja de pensar que los demás son mejores que tú. Para ello, piensa en cuáles son tus fortalezas y habilidades, aquellas que te han permitido alcanzar los logros en tu vida. ¿Cómo fue aquella situación en la que estuvieron presentes? ¿Cómo me sentí? Si te tomas tu tiempo para pensar en ellas, sentirás que te empoderas.
  • Muéstrate como eres. Evita “Máscaras” y sé transparente. Así conseguirás recibir ayuda cuando realmente la necesitas. Cuando consideras que has de agradar siempre a los demás, te genera una sensación de preocupación constante que consume toda tu energía. En ocasiones te lleva a hacer cosas que no te imaginarías. Haz las cosas para agradarte a ti. Lleva a cabo las iniciativas en el modo que consideras adecuado tú.
  • Afronta los temas con valentía aunque eso te genere un cierto grado de ansiedad. Ten coraje y actúa de acuerdo a tus valores.
  • Evita la crítica hacia los demás – Poner el foco en los demás en el corto plazo te hace sentir mejor. Sin embargo, nos lleva a realizar comparaciones que lo que consiguen es acelerar nuestros pensamientos reactivos. Al comparar, ponemos límite a todo aquello que nos proponemos.
  • Practica la Asertividad.- Evita decir que SI cuando realmente quiere decir que NO. Al decir que SI, acabas renunciando a lo que deseas. Para aumentar tu nivel de satisfacción y el convencimiento de que tus acciones tienen valor o bien son las adecuadas, practica el NO. El otro día un cliente me comentó que de forma reiterada una compañera le pedía ayuda con constantes interrupciones. A la hora de finalizar la jornada laboral, esta persona salió puntualmente del trabajo mientras que él se tuvo que quedar para poder realizar aquellas prioridades que a ella le competían. Le invadía cada día un sentimiento de estrés, incompetencia y frustración. ¿Qué necesitaría hacer para ayudar sin dejar de cumplir con tu cometido?
  • Como dice Miguel Ruiz en su libro de los 4 acuerdos, “no te tomes nada personal”. Cuando cometemos errores es normal pensar en el “qué dirán” de mí. Para evitar que este pensamiento te invada y te llene de preocupación, no hagas juicios. Chequea las acciones que te han llevado a pensar así.  La solución no es castigarte por tus errores. Lo único que puedes conseguir en este caso es: hacerte pequeñ@, crearte inseguridades y poco a poco autodestruirte. Cuando recibimos feedback negativo, acabamos poniendo en juicio todo lo que hacemos. Hemos de entender que se trata de un error puntual, generalizar no es una buena opción. Pon el foco en lo que puedes hacer para remontar la situación y no te castigues (“Soy…”) El feedback negativo no tiene que ver con quién tu eres sino con tus acciones.
  • Evitar el conflicto, te impide tomar tus propias decisiones y tomar responsabilidad.
  • Cuando te venga un momento de bajón, obsérvate. ¿Cómo es tu posición corporal? El cuerpo también habla y evidencia tu estado de ánimo. Prueba a ponerte delante de un espejo en un momento bajo, en el que muestres inseguridades. ¿Cuál es tu postura? Imaginemos que te sientes algo compungido. Tus hombros están bajos, tu mirada cabizbaja,… Mírate de nuevo al espejo y adopta una postura erguida, mírate a la cara y ponle una sonrisa. ¿Qué ha cambiado? ¿Cuáles son tus sensaciones ahora?

Para elevar la autoconfianza y la motivación, no te castigues, no cuestiones tus acciones y busca soluciones.

Haz que haya equilibrio en la balanza entre pensar en los demás y satisfacer tus propias necesidades. Hazlo siendo respetuoso contigo mismo y con los que te rodean.

¿Qué acción vas a emprender para elevar tu autoestima?

Mostrarse Vulnerable, signo de fortaleza

Razones por las que mostrar tu vulnerabilidad

En nuestro día a día y cada día más, vivimos situaciones que nos hacen sentir vulnerables. Estamos expuestos constantemente a circunstancias que no podemos controlar. Momentos de incertidumbre, situaciones difíciles, de riesgo y circunstancias en las que perdemos el control de lo que está sucediendo. En un instante sentimos debilidad ante las personas de nuestro entorno y ante la situación que debemos afrontar.

Este tipo de vivencias te hacen sentir inseguro y con miedo a afrontar la realidad.

Desconocer la respuesta a las preguntas que se nos plantean en nuestra vida, nos hace sentir mal. Cuando no sentimos ser suficiente antes los demás, la vergüenza nos invade y la necesidad de demostrar que tenemos respuesta para todo es más grande. Afloran los miedos al qué dirán, a no dar la talla e incluso a ser imperfectos. La necesidad de mostrarnos seguros ante los demás nos impide avanzar con naturalidad.

Sin embargo, mostrar tu vulnerabilidad significa ser tú mismo, descubrirte ante otros sin miedo al qué dirán, de forma auténtica. Como dice Brené Brown, “Para ser auténticos, debemos cultivar el coraje de ser imperfectos y vulnerables. Tenemos que creer que somos fundamentalmente dignos de amor y aceptación, tal como somos «.

Mostrar nuestra vulnerabilidad nos da la oportunidad de:

  • Abrirnos y mostrarnos como somos, potenciando así nuestra autenticidad
  • Ayudar a salir del control y a potenciar la capacidad de innovar.
  • Abrir conversaciones valientes en las que compartir con creatividad
  • Potenciar las relaciones con los demás Pedir ayuda, fortalece las relaciones y refuerza la confianza en ti mismo y en los demás.
  • Ofrecer la oportunidad de reconocer y agradecer a los demás. Lo que redunda en crecimiento y desarrollo de las personas de nuestro entorno.
  • Aprender y explorar nuevas perspectivas. Eliminamos barreras y abrimos nuevos caminos por los que avanzar.
  • Nos capacita para ser resilientes y afrontar los cambios de forma natural.

Las situaciones de incertidumbre en las que nos vemos obligados a tomar riesgo y nos exponemos ante los demás, nos llevan a un proceso de aceptación.

  • Aceptarnos tal como somos
  • Aceptar que no lo sabemos todos y que debemos salir del control
  • Aceptar la imperfección
  • Hacer frente a la vergüenza y al miedo

Si miras en retrospectiva, puedes explorar qué es lo que te ayudó a vencer esa situación de debilidad. Piensa en tus experiencias vividas en las que afloró un sentimiento de inseguridad, tu vulnerabilidad, y las pudiste superar: una promoción inesperada, un viaje a un lugar desconocido, una decisión difícil, una pregunta sin respuesta por desconocimiento, un error cometido …

¿Qué cualidades estuvieron presentes que te permitieron avanzar?

Líder inspirador – La fuerza de tu líder interior

Para ser un líder inspirador, sé tu mejor versión. Con ello conseguirás hacer crecer a las personas de tu entorno.

La incertidumbre generada por la situación actual ha hecho que en muchos casos nos mostremos muy cautos y actuemos con prudencia. No nos paramos a pensar si podemos hacer mejor las cosas de lo que las estamos haciendo. Dejamos de explorar nuevos caminos. Nuestra creatividad se ve afectada. y nuestra autenticidad con valentía no está presente, cualidades clave en un líder inspirador.

The Leadership Circle, define la autenticidad con valentía, como la capacidad del líder de relacionarse con los demás de manera auténtica, valiente y con gran integridad. ¿Hasta qué punto eres fiel a los valores y principios que dices tener?

También significa tratar con apertura temas difíciles, aportando aquello que nos cuesta sacar a la luz.

Para ser un buen líder, lo primero que has de hacer es demostrártelo a ti mismo. Mostrar tu integridad siendo consecuente con lo que haces y dices y siendo respetuoso contigo mismo y con los demás. También, actuar con decisión, ser valiente y explorar nuevas formas de hacer. Eso no significa que te precipites y que actúes de forma inconsciente. Se trata de actuar desde la consciencia, con firmeza y convencimiento, y no desde el miedo. Significa que eres capaz de “predicar con el ejemplo”.

En ocasiones evitamos compartir aquellas ideas que surgen de forma espontánea y creativa por miedo a que sean juzgadas. No nos permitimos tomar riesgo ni iniciar conversaciones valientes que permiten abrir nuevas iniciativas. Con ello dejamos de evolucionar y tampoco permitimos que se desarrollen los demás.

Para capacitar a los demás da tú el primer paso!

  • Permítete el error y aventúrate a hacer las cosas de modo diferente. Desarrolla tu capacidad para hacer frente a los problemas, a las situaciones difíciles con coraje. Recuerda que no hay una vía única para avanzar. Explora las diferentes alternativas a un tema.
  • Permite que tus ideas sean cuestionadas. Si nunca sientes que esto es así, ¿hasta qué punto tus colaboradores se sienten parte del proyecto? ¿En qué grado sentiremos la motivación del equipo y que aflora la iniciativa de sus integrantes? ¿Qué impacto tendrá en el equipo?
  • Trabaja con pasión y motivación; es contagioso. Hace que las personas de tu entorno quieran estar ahí. Para ello es importante poner interés en todas las acciones que emprendas, aún cuando sean pequeñas.  Cualquier trabajo que hagas, hazlo pensando que hay un poco de ti.
  • Evita el Micromanagement y empodera a tus colaboradores. Haz que el equipo se sienta libre a la hora de expresar sus ideas y opiniones y permite que tomen ellos sus propias decisiones. Cuando delegamos hacemos que se sientan valorados, apreciados y que perciban confianza.
  • Genera un espacio seguro en el que compartir. Es el mejor modo de estimular la motivación y la creatividad.

Cuando trabajas con valentía, te respetas y respetas a los demás, haces las cosas que sientes que has de hacer y las haces con pasión, te conviertes en un buen ejemplo de líder a seguir: en un líder inspirador. ¿Cómo es tu líder interior?

¿Ir a la oficina o teletrabajar? Beneficios del trabajo presencial

Se ha debatido mucho sobre los beneficios del trabajo en remoto y hemos dedicado mucho esfuerzo a trabajar de forma productiva desde nuestros hogares.

Con este artículo quiero expresar mi curiosidad sobre la necesidad o no de buscar el balance entre el trabajo en remoto y el trabajo en la oficina.

Somos conscientes de que el teletrabajo en época de pandemia ha sido una gran solución para nuestros negocios y se ha demostrado que podíamos dar continuidad a nuestra actividad profesional con una cierta normalidad a pesar de las circunstancias.

Después de la experiencia vivida, vemos que muchas personas tienen hoy un deseo expreso de continuar en teletrabajo. Sienten que han podido conciliar mejor, han tenido la oportunidad de flexibilizar sus horarios para responder a otras responsabilidades personales, a la vez que consideran que su productividad se ha visto asimismo beneficiada. Por ello desean seguir trabajando en remoto y muestran cierta resistencia a regresar a la oficina.

En el Post del 27 de abril “Regreso a la oficina. El día después” hablaba de los beneficios del teletrabajo (Flexibilidad, conciliación, …). También de cómo la videoconferencia nos ha ayudado a generar conexión y a comunicarnos y recogía un resumen de aprendizajes de una nueva forma de trabajar.

Pero… ¿Comporta el teletrabajo la máxima eficiencia?

Seguro que podemos observar diferentes perspectivas. Trataré de ofrecer una mirada global.

En muchas posiciones, el regreso a la oficina, aunque sea en modo parcial, puede ser muy beneficioso. Puede aportar una serie de ventajas que sólo se consiguen o se ven potenciadas cuando las personas conviven en un mismo espacio físico:

  • Se pone el foco en el 100% en el trabajo.
  • La colaboración con los colegas de trabajo es más estrecha. Si estás en el mismo lugar de trabajo es más fácil y ágil coincidir para debatir ciertos temas que se podrían ver dilatados en el tiempo por no encontrar a nuestros interlocutores cuando precisamos.
  • La creatividad se ve favorecida. Se potencian los encuentros improvisados que facilitan compartir ideas de forma distendida.
  • La sociabilización y la conexión. Los encuentros en torno a la máquina del café, las comidas de trabajo improvisadas, las celebraciones de cumpleaños, nacimientos… Como hemos relatado en ocasiones el teletrabajo hace que tengas un sentimiento de soledad que te puede llegar a abrumar. Si estás trabajando en remoto la posibilidad de engrasar la relación de crear una red de trabajo sólida, es más difícil. En la oficina te sientes conectado a tus compañeros de trabajo, contribuyendo así a tu salud mental y emocional.
  • El contacto frecuente entre compañeros facilita la alineación y la cohesión hacia un propósito común y eleva la motivación.

Después de todo lo expuesto, hay situaciones que invitan a pensar que debemos buscar el equilibrio entre el teletrabajo y el trabajo en la oficina.

Por ejemplo, una persona que se incorpora a la empresa ocupando una nueva posición durante el período de pandemia. Tomo como ejemplo a mi hija que se incorporó a su primer trabajo post carrera al inicio de la pandemia. A los pocos días de empezar, le hicieron teletrabajar. Todavía no conocía ni compañeros ni cultura de empresa. Aún así, ha subsistido en su experiencia e incluso ha sido promocionada. Sus mayores retos han sido avanzar sin contar con personas que le diesen el apoyo y el conocimiento cuando los necesitaba.

El miedo a que falles o fallar, es mayor. En ocasiones se busca la seguridad del buen desempeño delegando tareas poco creativas y rutinarias.

Cuando te sientes bloqueado en la oficina te sientes más acompañado pudiendo compartir tus preocupaciones y recibir otros puntos de vista.

Los que llevamos años en el entorno empresarial, sabemos la importancia que tienen los planes de inducción y lo difícil que resulta para algunas personas destinar tiempo para formar y traspasar temas a otros colegas.

En la oficina tienes la oportunidad de respirar la cultura de la empresa, conocer y conectar con mayor inmediatez y facilidad con otras personas. Te sientes parte del entorno y del proyecto. En remoto, por supuesto, puedes generar conexión y avanzar, pero el grado de conexión es menor y la inmediatez no acostumbra a estar presente.

Hoy ya muchas empresas se están planteando buscar un equilibrio para determinadas posiciones entre teletrabajo y trabajo presencial. Vale la pena pensar de forma pragmática que aportaciones tendrás a nivel personal y que repercusiones tendrá para la empresa.

¿Cuál es el mejor equilibrio para ti y para la eficiencia colectiva?

Vacaciones

Vacaciones – Momento de desconexión

Se acerca uno de los momentos más esperados del año; las vacaciones. Algunos ya las estaréis disfrutando y otros esperando con ilusión su llegada.

Las vacaciones son el período del año en el que podemos disfrutar de las personas queridas, disponer de tiempo para hacer aquellas cosas que nos gustan y que nunca conseguimos hacer.

Durante el año se hace difícil buscar el equilibrio entre nuestras vidas personales y profesionales. Por ello es necesario pasar algunos días fuera de la oficina. El trabajo absorbe gran parte de nuestras vidas, pero recordemos que “no todo es trabajo”. Es importante pero hay otras cosas que también lo son en nuestras vidas.

Las vacaciones son necesarias para “recargar pilas”, para disponer de tiempo para disfrutar, para divertirse y reducir estrés.

No siempre es fácil separarte de tus obligaciones profesionales, especialmente si eres una persona a la que se le exige mucho. Este es un buen momento para trabajar la confianza y dejar que las personas de tu equipo se responsabilicen de la situación.

Nuestras vidas nos exigen mucho cada día: el trabajo, la familia, nuestras preocupaciones personales, nuestros compromisos. Por ello es necesario tomarnos un respiro de vez en cuando.

Este año ha sido especialmente difícil hemos tenido que hacer frente a una nueva forma de trabajar que ha hecho que en ocasiones nos viésemos desbordados. Por ello, todavía es más importante disponer de tiempo para desconectar y descansar.

Las vacaciones acostumbran a ir acompañadas de eventos, encuentros y actividades que te permiten desconectar y también sociabilizar. Es un período con tiempo para la diversión y el disfrute.

En ocasiones se nos hace difícil decidir cuándo tomar vacaciones. En algunas compañías, este período coincide con una bajada de actividad. En este caso, es más fácil tomarse unos días para descansar sin sufrir por lo que dejas atrás. Sin tener un sentimiento de culpa por abandonar. Es importante disfrutar de ellas y dejar de pensar que nunca es un buen momento.

A pesar de que en este momento de pandemia las opciones se han reducido, siempre hay una fórmula única y exclusiva para disfrutar. Busca la fórmula que te permita desconectar más.

Es el momento de encontrar un equilibrio entre cuerpo, mente y alma.

Durante el período vacacional, haz las cosas por ilusión y no por obligación.

Algunas claves que te pueden ayudar:

  • Haz cada día cosas que te agraden: leer, pasear, viajar, …
  • Abraza la espontaneidad. Se flexible. No hagas planes “encorsetados” que te generen estrés. Acepta los cambios que puedan surgir sobre lo previamente planificado.
  • Mantente activo. Busca aquellas actividades que te hagan sentir bien y te mantengan saludable.
  • Reduce el tiempo de conexión tecnológica. Menos tiempo de pantalla y más tiempo para realizar otro tipo de actividad y sociabilizar (en la medida de lo posible hoy)
  • Confía en tu equipo y sus capacidades. Si es posible, desconecta tus dispositivos de trabajo y asegúrate de tener los contactos mínimos y precisos.

Cuando vuelvas al trabajo tu energía habrá cambiado. Cuanto mejor nos sentimos, mejores resultados ofrecemos.

Tomar vacaciones es vital para un buen equilibrio en nuestras vidas. Está demostrado que las personas después de sus vacaciones se sienten más felices y son más productivas.

Después de unas buenas vacaciones, cuando vuelves al trabajo estarás más motivado, comprometido y serás más productivo.

¡Disfruta del verano!

El impacto del perfeccionismo en nuestro liderazgo

El perfeccionismo acompaña a muchas personas a lo largo de sus vidas, consiguiendo que se sientan desbordados por un exceso de actividad.

La persona perfeccionista necesita trabajar por y para la excelencia, con independencia de cuál sea el tema. Sea un gran proyecto o una pequeña tarea, siempre espera obtener el mejor resultado. La creencia de un perfeccionista es que su valía depende de un desempeño excelente.

¿Cómo vive la nueva realidad un perfeccionista?

El momento actual en el que los temas se suceden a gran velocidad, la inmediatez es esencial, la virtualidad ha provocado un incremento en el número de reuniones a las que asistir, los mails nos desbordan, el chat nos invade, y nadie tiene paciencia, provoca en este tipo de personas una sensación de burnout, estrés y ansiedad. Esta situación no le permite cumplir con el alto nivel de desempeño y excelencia que desean.

Su resultado ha de ser siempre de 10. Siempre ha de estar informado de todo para que nada se le escape. El nivel de control que necesita tener un perfeccionista es del 100%. Por ello, su nivel de estrés, (generado por él mismo) es muy elevado.

Se muestra ante los demás como una persona serena que puede con la situación sin perder la calma. Si bien, realmente no es así.

¿Cuáles son sus verdaderos sentimientos?:

  • Culpa. Sentimiento de que podría haber hecho más.
  • Frustración. Si no alcanza la excelencia deseada.
  • Inseguridad, insatisfacción: Si no hace el 100% no se considera suficientemente válido. Se compara constantemente con los demás.
  • Estrés. Se exige demasiado. Ejerces una presión extrema sobre si mismo. No se permite dejar de hacer ni un solo detalle.

Como amante del trabajo bien hecho y la necesidad de control, decide hacer todo por sí mismo. Le da seguridad. Se le hace difícil delegar y acaba siendo muy resolutivo.

¿Qué mueve a un perfeccionista?

  • El Miedo al fracaso. NO acepta fallar. Las expectativas son tan altas que nunca siente que deba celebrar los éxitos. De hecho, su autoexigencia no le permite reconocer el buen desempeño. Ha de tener la seguridad de que da la talla ante los demás.
  • Miedo a decir que NO. Acepta cada tarea que se le encomienda.
  • Miedo a ser rechazado. A que le digan que no.
  • Miedo a sentir emoción. No puede permitirse venirse abajo. Se ha de mostrar seguro y firme ante sus retos.

Todo ello tiene un impacto negativo en la productividad y en la calidad de las relaciones.

¿Cómo hacer que ese perfeccionismo ofrezca resultados eficientes a largo plazo?

Ser consciente de las cualidades que ya tiene y aprovecharlas:

  • Orientación a una mejora continua
  • Compromiso
  • Persistencia
  • Motivación
  • Responsabilidad
  • Orientación a resultados
  • Integridad

Son semillas hacia un liderazgo visionario. Semillas que se tendrán que abonar para que los resultados obtenidos pasen a ser sostenibles en el tiempo y con una mirada a largo plazo.

Una prioridad del perfeccionista; Pedir ayuda, Confiar y no perderse en los detalles.

En ocasiones, el hecho de pedir ayuda es visto por un perfeccionista como un signo de debilidad, le hace sentir que no es la persona adecuada, o que le falta experiencia, no quiere que vean que no tiene respuestas. La persona perfeccionista le gusta mostrar que tiene el control y que puede hacerlo todo.

Sin embargo, visto de modo general, pedir ayuda es simplemente reconocer que eres humano y que en momentos puntuales necesitas pedir apoyo.

¿Qué impacto tiene el perfeccionismo en el Liderazgo?

Los grandes líderes entienden que querer hacerlo todo con un alto nivel de exigencia, no les va a permitir gestionar el tiempo de forma adecuada, ni adecuar su energía y capacidades para realizar los temas con efectividad y ofrecer un buen desempeño a largo plazo de forma colaborativa.

Pedir ayuda potencia la co-responsabilidad. El buen líder no siempre tiene respuestas a todo pero sabe dónde encontrarlas. El líder visionario crea espacios de confianza. Confiar, te permite dar con las personas adecuadas para realizar las diferentes tareas. Ello contribuye a la motivación de los colaboradores por haber sido tenidos en cuenta y haber confiado en sus capacidades. Se debe saber dar un paso atrás para que los demás aprendan y crezcan.

Es preciso desprenderse de temas prescindibles y de aquellos que otros son capaces de hacer, para poner foco en la estrategia y en cultivar las relaciones, mostrando respeto y reconocimiento al trabajo realizado por los demás.

Si te sientes identificado con lo relatado, ¿Qué sientes que puedes cambiar?